“ALMAS”, UNA NUEVA EXPOSICIÓN EN MANHU
LIENZOS QUE PLASMAN EL ALMA DE SUS MODELOS DESDE EL ALMA DE SU AUTORA
El restaurante Manhu acoge, del 20 de julio hasta el 15 de septiembre una nueva exposición titulada: "ALMAS". Mª José Morales Garrido ofrece esta muestra de diversas obras, una primicia que nos acerca a la creación singular de esta artista bilbaína.
¿Cuándo comenzó tu romance con la pintura?
Nací en una familia numerosa y mi madre, para que no molestase, me decía: "ponte a dibujar". Yo era muy movida pero en ese momento desaparecía, se me perdían las horas. Siempre he tenido ese tic. Incluso ahora en el trabajo, mientras atiendo el teléfono dibujo a la vez. Escucho a la persona pero tomo distancia. Para mí es como entrar en trance. Es una experiencia muy bonita que está al alcance de todos.
Cuando somos pequeños dibujamos sin plantearnos si sale bien o no. Simplemente disfrutamos el momento.
¿Qué te aporta pintar?
Creo que es una herramienta muy buena para conectar conmigo misma, sin pretensión ninguna. Creo que todo el mundo puede expresar algo con colores, líneas, trazos, etc. Es un lenguaje que me ayuda a valorar lo que llevo dentro para, en definitiva, valorarme a mí misma.
¿Dirías que la pintura es una constante en tu vida?
Siempre he pintado. Inicié los estudios de Bellas Artes pero no los terminé. Aprendí cosas y sobre todo me puso en contacto con otras personas que, al igual que yo, tenían esa forma de comunicarse. Hablamos el mismo lenguaje que nos trasciende.
¿Cómo llegaste a Manhu?
Una amiga nos trajo aquí para tomar algo. Yo no conocía el local. Desde hace tiempo mis amigas me decían que tenía que exponer. Para mí pintar es una necesidad y tengo en mi casa más de doscientos cincuenta lienzos.
Por lo tanto, va a ser una primicia
Efectivamente. La experiencia de pintar es muy íntima, una pulsión que encuentra su sentido al ser mostrada a otros. Trabajas "para adentro" y a la vez es muy "para afuera". Cuando pinto algo y la gente conecta con ello descubro la universalidad del arte. Todos tenemos la posibilidad de comunicarnos a este nivel artístico.
¿Observas una evolución en tu estilo?
Hay algo constante. Siempre he tenido un cierto estilo, aunque también he evolucionado sobre todo en aspectos técnicos. Personalmente me doy cuenta que no tengo vergüenza en mostrar mis pinturas. Antes siempre me juzgaba diciéndome: "¡Qué mal te ha quedado!" Yo no hubiese podido publicar nada entonces. No daba valor a algo que me salía con tanta facilidad. Pensaba que no era digno de ser enseñado. En eso he mejorado, porque no soy tan exigente. No pretendo ser mejor que nadie; la cuestión es transmitir, comunicarme. Cada cual es diferente a los demás y tenemos nuestra forma de expresarnos que es única.
¿Qué sientes que quieres transmitir? ¿Qué fondo traes?
Lo que más quiero transmitir cuando pinto es la sinceridad. Ser verdadera. Hay veces que transmito emociones más oscuras y otras de más alegría. Ante todo es una expresión de autenticidad, reflejar el alma desnuda, como los poetas que nos emocionan porque traen la apertura de lo profundo. Yo no puedo pretender un virtuosismo, no soy Antonio López, soy yo y mi sinceridad.
El artista, a no ser que tenga un encargo, sale desde su fondo más verdadero. Mis cuadros expresan las emociones de la mujer. Son mujeres intensas, con mucha alma. Aunque aparentemente parecen asexuadas, sin embargo la mirada transmite su mundo interior. Los ojos son lo más importante. La mirada habla, dice todo lo que tiene por dentro.
Mi hijo pequeño me hizo una observación: "Me encanta la combinación de los colores fríos y cálidos". El color es un aspecto fundamental en mi obra, que quisiera destacar.
¿Qué pretendes con tus cuadros?
Tan solo ser yo misma.