ALFONSO, CUANDO EL VOLUNTARIADO VA MÁS ALLÁ DE LA JUBILACIÓN
Estar jubilado no es sinónimo de pasividad, esperando que el tiempo pase. Son muchas las personas que, disponiendo de más tiempo al concluir su vida laboral, aprovechan para compaginar sus aficiones con el deseo de poner un granito de arena para mejorar la sociedad.
Cuéntanos, ¿Qué hace un vecino como tú en un sitio como este?
Me llamo Alfonso y soy un maestro jubilado. Me gusta leer, siempre he leído y ahora mucho más. En mi etapa profesional he llevado algunas bibliotecas escolares y he intentado impulsar en el alumnado el gusto por la lectura.
Desde hace bastantes años he participado en iniciativas como "sin dinero" o "trueque" y he impulsado mercadillos para financiar proyectos de solidaridad.
¿Cómo conociste este lugar?
Conocí Libros en Movimiento hace algunos años. Vivo en el barrio y entré en la librería por curiosidad. Desde aquel momento comencé a participar en ella aportando y llevándome libros. Desde el principio me pareció una iniciativa sencilla y excelente que aporta a las personas del barrio una oportunidad para la cultura de una forma generosa y altruista.
Hace algo más de un año solicité participar en el proyecto y desde entonces hago un turno semanal. Todo el funcionamiento me resultó sencillo. Como voluntario me encuentro muy a gusto y ánimo a conocidos, amigos y familiares a participar.
¿En qué consiste tu tarea?
Atendemos a las personas que vienen buscando algún libro. También seleccionamos, registramos y colocamos los libros para que se puedan encontrar fácilmente. De vez en cuanto, vamos a alguna feria, colaboramos con otras iniciativas o hacemos campañas para enviar libros a lugar más lejanos, como la campaña que estamos realizando con una universidad en Camerún, en África.
¿Qué balance haces de esta experiencia?
Tras diez años de existencia y crecimiento, cada vez es más conocido y utilizado en el barrio, en el resto de Bilbao y en Bizkaia. Creo que Libros en Movimiento tiene un enorme potencial.
