RUI ALEIXO, VIVIR PARA CREAR. “PADRE” DEL LOGO DE NORAI

29.05.2023
Una sociedad no puede vivir sin arte, pues es la cumbre de la verdad más real, de la vida. La vocación artística se cultiva cada día, atravesando la vida del creador. Una necesidad permanente de trascender, teniendo los pies en la tierra.

En Rui, el deseo de comunicarse participa en una complejidad de procesos que le conducen a recorrer varios caminos, a investigar diferentes modos de lo creativo que pertenecen al contacto con otras disciplinas.

¿Por qué es tan difícil encontrar los recursos económicos para explorar y desplegar el potencial del artista?

Es difícil encontrar vivir del trabajo artístico que uno realiza, porque tienes que sobrevivir, pagar tus facturas, comer, desplazarte. Vivir en definitiva. Con frecuencia te ves obligado a conciliarlo con otros trabajos. El material que necesito para realizar una obra lo tengo que pagar yo, costear por adelantado los materiales que necesito, etc. Después puedo vender cosas, pero eso no es seguro. De entrada tengo que invertir en la obra que realizo.

Yo no cuento con recursos económicos suficientes como para no trabajar en otra cosa. Sin embargo, los trabajos que hago para sobrevivir no deben ocuparme todo el tiempo, pues de otro modo no consigo realizar mi obra artística.

¿Qué lugar ha tenido en tu proceso personal la formación?

En relación a la formación, es algo esencial para construir, forjarme como artista. También está la alteridad propia, encontrar diferentes maneras de trabajar siendo original; tener una mirada única sobre la realidad, en diálogo constante con profesores y tutores. Sin embargo, también hace falta liberarse de ello, confiar en uno mismo, en el trabajo propio y no estar constantemente dudando, cuestionando lo realizado. Hay que avanzar. La formación me ha ayudado a confiar más en mí mismo.

¿Cómo llegaste a crear el logo de Norai? ¿Qué quisiste expresar con el?

En relación con el logo de Norai, hace bastante que lo hice, diez años exactamente. En primer lugar están los círculos, que representan la forma de la vida. Todas las figuras vinculadas a la vida tiene esa forma: las células, los óvulos, la mujer y también nuestra gestación, pues somos redondos en el vientre de nuestra madre. Las células, las moléculas son redondas. La redondez nos ayuda a situarnos a la misma distancia del centro. No hay una parte que está más alejada del centro o más alejada. También es una forma más moldeable. En el logo los círculos se entrecruzan, se contaminan, se intercambian y se transforman adoptando un nuevo color.

Todo ello es una bonita imagen de lo que es Norai. Unos aprenden de otros, se convierten en alguien nuevo. Es una buena mezcla, un intercambio enriquecedor. Estar abiertos a lo que viene del otro. Son colores fuertes, alegres y también diferentes unos de otros. Transmiten la idea de la multiplicidad, de la diversidad.