UNA VENTANA ABIERTA A SENEGAL LA ESCUELA DONDE CRECEN PROMESAS DE FUTURO (I). LA URGENCIA DE LA EDUCACIÓN
Mati Cariño es una jovencita de 15 años, que vive en Touba (Senegal). En esta ciudad sagrada para el muridismo (orden islámica sufí, presente especialmente en Senegal y Gambia), las únicas alternativas a las escuelas coránicas son la educación privada o trasladarse diariamente a la ciudad de Mbacké. En ambos casos, se trata de opciones inalcanzables para muchas familias que se ven forzadas a dejar a sus hijos e hijas sin escolarizar.
Según la Unesco, el África subsahariana tiene los índices más altos de exclusión educativa. Promover la formación en países como Senegal es una urgencia, a la que cada cual debe responder según sus posibilidades. Hace cuatro años que Norai se lanzó a esta aventura, contando con la colaboración indispensable y generosa de personas locales.
Aprender a leer y escribir, estudiar para ampliar el horizonte de futuro, ya de por sí limitado por las circunstancias socioeconómicas del país, parece un sueño inalcanzable. El curso pasado el centro contó con 94 alumn@s. Una veintena de alumnas/os han logrado este año el título estatal de educación básica. Para dar continuidad a quienes desean proseguir su formación, hemos iniciado la campaña: "Apadrina una escuela". Los objetivos son: consolidar el aula de preescolar, mejorar las instalaciones y ofrecer el nivel de secundaria en el mismo centro.
Las aportaciones de las familias cubren la mitad del presupuesto, pero a nadie se excluye por motivos económicos. El resto, 20.000 euros, queda en manos de la campaña "Apadrina una escuela".
Para tantos menores estudiar es un anhelo, un sueño, que para nosotros se convierte en una responsabilidad. Poco a poco abrimos una ventana a la esperanza y nos maravillamos de que este sueño se vaya haciendo realidad.